4/5/10

RECUERDOS

La sierra corta las tablas
Que luego muebles serán;
El cuchillo corta el pan
Que luego alimentará.
Así el cuchillo y la sierra
Modelaron nuestro hogar;
Papá cortando las tablas
Y Mamá cortando el pan.

Millones de hombres y mujeres anónimos fueron, en otros tiempos, constructores y forjadores de hogares. Hogares construidos con todo tipo de herramientas y utensilios; las herramientas proveyeron alimentos que los utensilios procesaban: Preparar, cocinar, servir, comer. Desde las maquinarias, hasta el martillo, y desde la heladera hasta el tenedor, todos cumplieron su función. Los días parecían más largos y eran menos aburridos, y aunque los ruidos eran muy bajos todos oían bien.
Padres en los talleres y madres en los hogares. Hoy esto suena extraño, retrógrado, y hasta puede molestar a muchos. Los roles han cambiado al punto que la “madre” puede ser un varón y el “padre” una mujer. La madre puede traer el sustento y el padre realizar las tareas de la casa. También puede que el padre no viva en la casa, sino es un señor que viene de vez en cuando (a veces como papá y otras como un fulano… Cacho, Tito, el negro o un tipo). El hogar tradicional está tomando otros carriles muy sinuosos y a mucha velocidad.
La sierra ya no corta las tablas, sino placas aglomeradas; y el cuchillo no necesita cortar el pan, pues ya viene cortado y envasado. Todo ya parece estar hecho en hogares cada vez mas deshechos. Y no es cosa extraña, si papá o mamá, o papá y mamá, se fueron ya no queda mas hogar. Ni tampoco le queda a los hijos las ganas de formar un hogar. Esta generación no tiene en absoluto conocimiento de aquella sentida poesía:

Hogar de mis recuerdos
A ti volver anhelo
No hay sitio bajo el cielo
Más bello que mi hogar.

Niños maltratados de hogares destruidos nunca anhelarán volver a ese infierno. Estos niños (jóvenes hoy) llevan el infierno donde van, maltratan, golpean y aun matan a los viejos. Y yo no se si son ellos los verdaderos culpables, o tienen la culpa quienes los deformaron cuando debían formarlos. Y se cumple lo que una vez leí en una frese suelta: “Lo que la sociedad le haga a los niños, los niños le harán a la sociedad”. Un hombre llamado Pablo, lo dijo de otra manera: “Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará”.
No puede salir agua dulce de una fuente amarga.
T.L.

UTILIZANDO CICLONES

Continuamos meditando en el sufrimiento inmerecido. La guerra ha dejado una cosecha de corazones, esperanzas, hogares devastados. “¿Por qué no detuvo Dios la guerra?”, es la pregunta angustiosa. Pero ¿cómo podría haberlo hecho sin quitarnos la voluntad, sin despersonalizarnos, sin transformarnos en cosas?. La guerra es hechura nuestra. Nosotros creamos las circunstancias que produjeron a Mussolini, Hitler, Tojo. Los muchachos no murieron en los campos de batalla por nosotros, murieron por culpa de nuestros pecados. El único bien que resultará de esta guerra es el que podamos rescatar creando un mundo nuevo para todos.
“¿Bien, y qué hace Dios?”. Lo que siempre ha hecho. Está ayudándonos a sacar algún bien del mal, a hacer un mundo nuevo de uno viejo. Es lo que hizo en la Cruz. Jesús tomó lo peor que pudo haberle acontecido, esto es, su muerte e hizo de ella la mejor cosa que podía acontecer al mundo, es decir, su redención. Eso es lo que obra Dios ahora. Nos está ayudando a hacer que lo peor sirva a lo mejor. “El (Satán) no tiene potestad sobre mí; su venida sólo servirá” (Juan 14:30-31). Aún a Satán hizo servir. Cuando Satán no tiene posesión en ti, en tu autocompasión, egoísmo o amargura, entonces su venida sólo podrá servir, hacerte mejor y más útil. Hasta los mismos esfuerzos de Satán contribuirán a los propósitos cristianos. Hay una “teleología del sufrimiento”; el sufrimiento puede ser utilizado para fines constructivos. Hace diez años el fuego dañó de tal manera las piernas de Paul Ware que los médicos decían que nunca volvería a caminar. El determinó que lo haría. Ejercitó sus piernas por la noche cuando nadie lo observaba. Aprendió de nuevo a caminar. Y no sólo a caminar sino también a correr. Ganó un campeonato nacional en la distancia de 400 metros. Hizo de sus impedimentos instrumentos.
Pregunté a un piloto cuál era la mayor dificultad en el vuelo sobre el Caribe. ¿Los ciclones? “No”, me respondió, “podemos utilizar los ciclones; se mueven lentamente en el centro. Así que nos aproximamos a los bordes y tenemos un viento de cola de cien kilómetros por hora, y a la vuelta volvemos por el otro borde. Los utilizamos de ida y vuelta”. ¡Utilizando los ciclones! ¡De ida y vuelta!

Tomado de: El Camino E. Jones

Un Libro devocional con temas de profundo fundamento Bíblico

La Caída de la Iglesia

Jesús dijo: “Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 1Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. (Mateo 23:8-12)

En el telón de fondo del sistema jerárquico de los fariseos, Jesús estaba revelando lo que debería ser considerado normal en la comunidad cristiana. El estaba estableciendo la verdadera condición normal, ordenada por Dios, para el creyente. Para los que no estuvieran contentos de permanecer al mismo nivel como hermanos y hermanas, sino que se exaltaran por medio de títulos de distinción que de alguna manera implicaran rango, Él les daría una antigua advertencia: “el que se enaltece, será humillado”. Para el que se exalte por encima del mismo nivel de hermandad, sale para exaltarse en el espíritu y carácter del mismo Lucifer.

Con esta advertencia de parte del Señor en mente, revisemos unos pocos eventos históricos que llevaron a la degradación de la verdadera Iglesia y al surgimiento progresivo de la anti-iglesia en su forma actual.

Tomado del Libro: “Extraviados de la simpleza de la fe” De Michael Clark y George Davis
Si te interesa todo el libro solicitalo a: crecertony@copetel.com.ar gratuito

LA BUENA NOTICIA

Jesús vino a dar buenas noticias a los que estaban saturados de problemas, a aquellos que nadie le podía ayudar, a los desconsolados.
Las personas vivimos con problemas que se manifiestan de diversas maneras, enfermedades, insatisfacciones quejas y daños que otros nos hacen. También hay problemas que nosotros mismos creamos y después de provocarlos no los podemos arreglar.
Debemos comprender que mucho de este dolor es deliberado y por dar la espalda a Dios, pareciera que nadie puede ayudarnos, y esto nos produce más desorientación y tristeza.
¡BUENA NOTICIA! Hay salida para tus problemas personales, y también hay salida para los males sociales, pero hay solo una forma de lograrlo, y es acercarse a Dios y por medio de Jesucristo, el Único Camino. Solo Cristo puede cambiar tu tristeza en alegría, cambiar tu lamento en esperanza gozosa, y reconstruir muchas cosas valiosas en tu vida, que considerabas perdidas. Debes saber que la raíz de todos los males que sufres, se llama “pecado”, el tuyo y el de otros, y se debe comenzar por ti. Te aliento a creer las palabras de Jesucristo y recibir este cambio maravilloso en tu vida.
También es necesario que sepas, que al entrar el pecado en la raza humana, ha hecho un mal tan grande que arruinó la vida del hombre.
Las personas están afligidas y tristes, todo le va mal y se echan culpas unos a otros sin saber el real motivo de esta desgracia.
Las personas están insatisfechas, y gobernadas en su propia mente por pensamientos adversos, dando por resultado la triste realidad presente, y descripta muy bien en la Biblia (Romanos 1: 18 – 32)
La causa del mal es el pecado y el Adversario (Satanás), que dominó nuestra forma de pensar y actuar, separándonos de Dios.
Pero Cristo vino a rescatarnos y librarnos de esta maldición y sus consecuencias, arrancándonos de este dominio de esclavitud, y llevándonos a una relación de amor y bajo el amparo Suyo, que es Su reino de amor, justicia paz, gozo y poder. (Efesios 1:1- 2:10).
Cristo mismo es el Camino para la restauración del hombre, y los que le siguen están predestinados a ser transformados a la imagen de Él, para que Él sea el primero entre muchos hermanos. Romanos 8: 28 - 29
R. Jurje

NO ES POSIBLE AYUDAR A DIOS SIN METER LA PATA

El intentar hacer algo para Dios puede sonar admirable, Pero produce unas consecuencias dañinas. Considera al hombre que es conocido como el padre de la fe. Cuando escuchó que él y Sara iban a tener un hijo, estaban realmente emocionados. Conforme pasaban los años y Sara aún no concebía, decidieron ayudar a Dios a cumplir su promesa. “Sara, quizás así le dijo Abraham, he estado pensando. Dios me dijo que íbamos a tener un hijo, pero talvez lo hemos estado viendo de una forma equivocada. A lo mejor debiéramos hacer todo lo que esté a nuestro alcance y confiar en que Dios hará el resto”.
“Sabes, he tenido pensamientos parecidos, Abi. Tal vez Dios va ha hacer esto de una manera diferente a lo que comprendimos primeramente. ¿Has considerado que nuestro hijo prometido venga a talvez de nuestra sirva Agar?
“Bueno, a decir verdad, ese pensamiento se me ha cruzado por la mente, Sara. Después de todo, tenemos que hacer lo que esté de nuestra parte”.
Ya conocen el resto de la historia. Abraham fue a Agar y ella concibió. Sin embargo Ismael no era el hijo que Dios les había prometido. El hijo de la promesa vendría a través de Sara, y vendría en el tiempo de Dios. Abraham y Sara eran sinceros, pero realmente enredaron las cosas. Intentaban hacer algo para ayudar a Dios. Un resultado de su autosuficiencia es el conflicto continuo entre los árabes y los judíos. Los descendientes de Isaac e Ismael aún siguen en guerra, todo debido a que Abraham y Sara pensaron que Dios bendeciría sus esfuerzos para ayudarle.

Tomado de “Caminando bajo su Gracia” de S. McVey.

Este libro no esta a la venta en Argentina pero es posible hallarlo en www.gracewalk.org

Nuestro comentario: Todos hemos repetido aquello de “Haz tu parte y Dios hará la suya” ¿No? Eso suena bien, pero no es compatible con el evangelio de la gracia. Bajo la gracia no hay lugar para actividad humana. Es Dios el que hace y nosotros confiamos en ese hecho de Dios.
¿Recuerdas aquel personaje Bíblico que intentó sostener el Arca de Dios cuando los bueyes que tiraban el carro tropezaron? 2º Samuel 6:6-7 nos dice que Dios le quitó la vida a Uza. ¿Por qué se enojó el Señor? Es un grave atrevimiento pretender ayudar a Dios. Alguien dirá: ¿Y porque no lo mató a Abraham? Sencillo; porque le había hecho una promesa, y aunque nos sea molesto, hay promesa para Ismael y los árabes (pues son, también hijos de Abraham) Allí también está La Gracia de Dios.
Permítame decirle algo: Revise sus creencias. Busque, investigue, no se quede con un evangelio mezclado entre Ley y Gracia, esta mezcla tiene confundidos a millones de creyentes que se debaten entre reglas, sacrificios, condenación y mucho activismo religioso. Sepa que la Gracia de Dios es suficiente para darle una vida saludable y descansada en aquel que ya lo hizo todo en la cruz, la muerte y la resurrección.

UN FORMATO EXTERNO ES INÚTIL SIN

La hipocresía consiste en una demostración exterior de algo que se contradice en lo interior. La hipocresía es la habilidad de hacer aparentar lo corrupto como sagrado. En una sociedad que solo se interesa por las apariencias, siempre queda bien una mano de barniz, que haga brillar por un momento a una madera hecha corcho por la corrupción (Mírame y no me toques).
El formato externo debería estar acorde con la actitud interna, a eso se le puede llamar verdad, andar en la verdad. Porque la gran mentira no es la que pronuncian los labios y la lengua, sino esa incoherencia entre lo que se es y lo que se quiere demostrar. Cuando una persona es integra no tiene diferencia entre su interior y su exterior; cuando una persona es hipócrita hay un divorcio entre sus hechos externos y su interior. La hipocresía es la mejor manera de ser incrédulo, el hipócrita no cree que Dios conozca lo que hay en su corazón; tampoco se preocupa, este individuo, por su futuro calamitoso. El hipócrita que engaña a los hombres, ignora del engaño que se hace a sí mismo; esta falsa seguridad es su desgracia.
Pero, volviendo al título ¿Qué es una actitud interna? La actitud es lo que nosotros no manejamos, es lo que somos en verdad, es la reacción inconsciente que nos brota en una situación, es algo espontáneo, es lo que sale sin esfuerzo ni control. La única forma de cambiar la actitud es por medio del arrepentimiento cuando reconocemos nuestra mala actitud. Lamentablemente la mayoría de las personas optan por la hipocresía, este barniz inútil de apariencia, así no puede haber verdaderos cambios en la persona. Los fariseos del tiempo de Jesús son los implacables representantes de la hipocresía, todo lo hacían para ser vistos por los hombres. Pero ignoraban que Dios conocía sus actitudes internas que siempre eran incoherentes con sus apariencias. Y por esa causa Jesús les dijo: Los cobradores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes al reino de los cielos. No es necesario caer en semejante error. Podemos arrepentirnos de lo que somos y pedirle a Dios que nos cambie, y bien podemos dejar de preocuparnos por las apariencias sin valor.





Tony López