Cuando nació el Señor Jesús, nos relata la Biblia que vinieron a
adorarle unos magos de oriente; estas personas que buscaban a Jesús fueron a
ver al rey Herodes, se esperaba que el rey tenía que estar mas que al tanto
sobre el nacimiento del Mesías, pero Herodes no estaba al tanto de nada por lo
tanto fue a consultar a los religiosos sobre tal nacimiento: ¿Dónde habría de
nacer el Cristo? Fue la pregunta de Herodes; y le respondieron los principales
sacerdotes y los escribas: En Belén de Judea; porque así esta escrito por el
profeta “Y tu, Belén, de la tierra de Judá, no eres la mas pequeña entre los
príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo
Israel”. Mateo 2:5-6. Observemos el dato exacto que los religiosos dieron al
rey; pues ellos conocían muy bien las escrituras. Pero… ese conocimiento de la
palabra de Dios no les sirvió de nada, ya que aquellos religiosos, lejos de ir
con los magos a adorar al Señor Jesús, ellos fueron los principales enemigos.
Este hecho es por demás revelador en cuanto a que se puede saber de la palabra
de Dios, sin tener la mínima pizca de fe.
Pensemos ahora en nosotros los creyentes de la actualidad ¿Creemos
nosotros que Jesús está por retornar a la tierra? Desde que conocimos el
evangelio se nos viene advirtiendo que Jesús retornara… ¿Pero creemos de verdad
en ese retorno? ¿Cómo afecta esa información a nuestro modo de vivir? Día a día
nos vamos enterando sobre noticias a nivel mundial que afirman lo que dijeron
los profetas de la antigüedad ¿Nos hacen reflexionar esas noticias?
En estos días, una noticia dice lo siguiente: “El presidente de EE.UU.
Barack Obama aprueba la implantación del microchip en EEUU como reforma
sanitaria para el 2013. El microchip será obligatorio, sin el cual no se podrá
tener acceso a los centros de salud”. ¿Qué reacción produce este informe en
nosotros los creyentes? ¿Qué relación tendrá esto con la marca de la que habla
Apocalipsis 14:9? ¿Qué haremos nosotros cuando, en este mundo globalizado,
llegue este decreto a nosotros? ¿Tomaremos muy en serio estas cosas, o nos
comportaremos como aquellos religiosos que sabían las profecías pero no
ajustaron sus vidas a esas verdades? ¿actuaremos como creyentes verdaderos o
como incrédulos que solo tienen información?
Tony López